Por Verónica Barrios
Un tribunal se destaca por su compañerismo demostrado cuando el presidente del tribunal, Juan Francisco Ortiz, enfermó. Sus dos compañeros, los jueces Manuel Aguirre y Rossana Maldonado tomaron la posta de la dirección de la audiencia ayudando así a la realización de las audiencias en conjunto de los actuarios y funcionarios del presidente del tribunal.
El magistrado Manuel Aguirre dirigió el juicio oral y público. La jueza Rossana Maldonado con la notebook se encontraba realizando un trabajo intelectual a la vez observando que todo marche bien en la audiencia. A ambos se les notó muy laboriosos y dedicados en dar esa mano al presidente del tribunal.
Esa es una de las virtudes que espera La Mirada Noticiosa encontrar entre sus noticias destacadas y a través de este artículo de opinión les reconozco como buenos compañeros del juez Juan Francisco Ortiz y se nota que ustedes le están orientando y dando un norte a la potencialidad intelectual que tiene joven compañero que está en los pasos de los inicios de la magistratura teniendo a ustedes dos como maestros.
El compañerismo entre jueces se observó en el juicio oral y público de la causa de la Asociación de Funcionarios de Contraloría, ese valor que hay que resaltar en estos dos jueces mencionados y que hacen que brille la esperanza de la humanización de la magistratura hasta pensar en la humanización de la justicia.
El valor más grande que puede existir entre compañeros de trabajo es que si te caes o te sentís mal están ahí.
Estas personas encarnadas en el compañerismo son los jueces Manuel Aguirre y Rossana Maldonado. El compañerismo en mayúsculas.
Felicitaciones al tribunal de sentencia que en una maratónica jornada de domingo entre testificales, documentales de los socios que declararon, declaración de dos acusados, mostraron además de profesionalismo esta gran virtud que les hace buenos seres humanos.
Un tribunal se destaca por su compañerismo demostrado cuando el presidente del tribunal, Juan Francisco Ortiz, enfermó. Sus dos compañeros, los jueces Manuel Aguirre y Rossana Maldonado tomaron la posta de la dirección de la audiencia ayudando así a la realización de las audiencias en conjunto de los actuarios y funcionarios del presidente del tribunal.
El magistrado Manuel Aguirre dirigió el juicio oral y público. La jueza Rossana Maldonado con la notebook se encontraba realizando un trabajo intelectual a la vez observando que todo marche bien en la audiencia. A ambos se les notó muy laboriosos y dedicados en dar esa mano al presidente del tribunal.
Esa es una de las virtudes que espera La Mirada Noticiosa encontrar entre sus noticias destacadas y a través de este artículo de opinión les reconozco como buenos compañeros del juez Juan Francisco Ortiz y se nota que ustedes le están orientando y dando un norte a la potencialidad intelectual que tiene joven compañero que está en los pasos de los inicios de la magistratura teniendo a ustedes dos como maestros.
El compañerismo entre jueces se observó en el juicio oral y público de la causa de la Asociación de Funcionarios de Contraloría, ese valor que hay que resaltar en estos dos jueces mencionados y que hacen que brille la esperanza de la humanización de la magistratura hasta pensar en la humanización de la justicia.
El valor más grande que puede existir entre compañeros de trabajo es que si te caes o te sentís mal están ahí.
Estas personas encarnadas en el compañerismo son los jueces Manuel Aguirre y Rossana Maldonado. El compañerismo en mayúsculas.
Felicitaciones al tribunal de sentencia que en una maratónica jornada de domingo entre testificales, documentales de los socios que declararon, declaración de dos acusados, mostraron además de profesionalismo esta gran virtud que les hace buenos seres humanos.

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