La exfiscal y exviceministra de la Mujer Liliana Zayas Guggiari a esta pregunta contestó que la mujer necesita una sociedad comprometida. Remarcó que no se puede dejar que solamente el Estado actue la sociedad tiene que acompañar, la sociedad no es solamente la que debe hacer el reclamo al Estado garante, sino que también la sociedad debe acompañar, debe solidariamente denunciar estos hechos.
Consideró que hay un avance en lo que hace a las
garantías y a visibilizar que las conductas violentas son crímenes, pueden
derivar hasta la conducta más gravosa un feminicidio desde una violencia
psicológica, una violencia intrafamiliar, una violencia sexual, una violencia
mediática y finalmente una violencia feminicida.
Explicó que esto está visibilizado porque tenemos
leyes que lo visibilizan, ahora bien si el sistema de justicia, si el sistema
de prevención que establece esta misma ley 5777 y que reúne interinstitucionalmente
a una Mesa de Prevención de la Violencia y otra vez subdivide en un sistema de
prevención de la violencia con el Ministerio Público, el Poder Judicial a través
de los juzgados de Paz, el Ministerio de la Defensa Pública, la Policía
Nacional mediante sus comisarías especializadas, si estos no tienen operadores
comprometidos y capacitados esta ley sin dudas no va a pasar del texto.
Se le preguntó qué tipo de Estado para que realmente
se sienta protegida, respondió que tiene que haber un compromiso y un trabajo
conectado no solamente por parte de Estado, sino de una sociedad que acompañe
al Estado y con acciones.
También sobre qué tipo de personas tenemos que ser para
esas mujeres víctimas de violencia, respondió que debemos ser comprometidas con
lo que establecen nuestras normativas, desde la Constitución hasta esta ley
5777.
Contó que pocas mujeres tienen conocimiento de estas
normativas. Expresó que debe haber participación de los hombres para que haya
cambios.
Indicó que los que tienen que desaprender estas
conductas a la par que visibilizarlas son hombres y mujeres.
Resaltó que la idea es que hombres y mujeres del
sector público y privado, sociedad toda, familia, se comprometa que esto es un
problema grave, que se cobra vidas y que merece ser erradicado desde una
educación en igualdad.

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